domingo, 1 de diciembre de 2013

El monólogo

Para todos aquellos que decidáis escribir un monólogo para presentarlo como trabajo extra os dejo algunos modelos

EL MONÓLOGO

Un monólogo es un discurso corto e ininterrumpido dicho por una sola persona, que puede estar expresando en voz alta sus sentimientos o dirigiéndose a otras personas, como por ejemplo, a una cosa, a un personaje o a un lector, narrador. El monólogo es un recurso utilizado en todos los géneros literarios: pueden encontrarse monólogos tanto en el cuento como en el periódico o en la discusión.


EJEMPLOS

Yo soy vago
Yo soy vago por naturaleza. Soy de lo que se quedan veinte minutos más en la cama cuando se han despertado. Y de los que dicen:
-Cinco minutos más.
Y se quedan dos horas. Pero si te pones a pensar, no soy tan raro. Cada vez hay más gente vaga. Es más, creo que todos nacemos vagos. Por eso las empresas se ven obligadas a hacer productos para vagos. Por ejemplo, el mando de la puerta de la cochera. ¿Quién tiene ganas de salir del coche, abrir la puerta de la cochera y volver al coche? Nadie. Y cuando estás tumbado en el sofá y quieres cambiar de canal. Da mucha pereza levantarse, ¿no? Entonces coges el mando a distancia: un gran invento. Si el mando a distancia no existiera, los vagos nos habríamos visto en la necesidad de inventar la escoba a distancia. Sí, sí. Todo el mundo lo hemos hecho alguna vez: Coges la escoba, y con mucho cuidado cambias de canal dándole a los botoncitos que tiene la tele. Pero, claro, estás viendo la tele y te das cuenta de que te falta algo: la cerveza y las patatillas fritas. Para que eso no pase, yo lo que hago es montarme un campamento en el sofá del salón. Me llevo la cerveza, las patatillas, la escoba, y un bote.
Otro síntoma de vaguería viene a la hora de vestirse y desvestirse. Los vagos nos quitamos los zapatos sin desabrochar, e intentamos ponernos los pantalones con zapatillas, que cuesta el doble de tiempo, pero es más cómodo.
Un día estaba tumbado en el sofá y de repente llamaron al teléfono.
-¡Mierda, el teléfono!-pensé.
Tenía que levantarme, pero no quería. Espere diez segunditos, porque si no era nada importante colgaría. Pero no, el teléfono seguía sonando a los diez, y a los veinte, y a los treinta...
-Tío, tienes que levantarte-me dije.
Y me levanté. Si, si, me levante.
-¿Diga?
-Buenas tardes, soy Marisa, le llamo de Telefónica. ¿Se encuentra en casa el señor Sergio?
-No, me encuentro cansao',
Y colgué. Eso sí, me llevé el teléfono a mi campamento en el sofá.
Y de repete suena el timbre
"Din-Don"
-¡Mierda, la puerta! ¡Pues que le den por saco, yo no le abro que el telefonillo no me lo puedo traer al sofá!

MI MASCOTA
Hace algún tiempo cuando yo tenía alrededor de 8 años de edad, vivíamos en una casa que tenia ratones porque había un lote deshabitado al lado.
Estos pequeños animalitos merodeaban por la cocina y habían roído con sus filosos dientes los cables del horno y se comían la lana que recubre el aparato, una vez a la hora del almuerzo oí decir a mi papá, ¡hay que meter el gato al horno para que saque corriendo los ratones!, __ el gato de la casa era mi consentido y siempre dormía conmigo en la almohada que quedaba libre cerca a mi cabeza.
Yo me tome muy a pecho las palabras de mi papá¡. Y una noche alcé al gato y me dirigí a la cocina para meterlo en el horno, lo llevaba en el hombro a la manera de un bebe, y en el momento que tome la manija del horno me empezó a pasar un corrientazo que no me permitía separarme de la puerta.
El gato al sentir el corrientazo se erizo y me clavo las uñas, ¡pero tampoco se bajaba quedo pegado a mí con las uñas clavadas en mis hombros! y yo gritaba aaahhhh y el gato chillaba miaaaaaa, y yo ahhhhh y el gato miaaaaaaaaaa, y fue tal el escándalo que mi papá llegó corriendo en calzoncillos y gritando asustado "¿qué paso?". Me cogió por la cintura sacándonos del trance el que nos encontrábamos.
El gato cayó al suelo y se fue todo despelucado temblando por partes su cuerpo así (mímica de gato).
Después de eso el animal no volvió a dormir conmigo y cada vez que me veía salía corriendo. Y fue de esa forma como perdí a mi mascota preferida y yo por mi parte le cogi aversión a los gatos.
Muchas gracias.
Amalfy Rubio Murcia



IDEAS

Se pueden hacer monólogos sobre cualquier cosa. Puedes imaginar hablar a los dedos de la mano,a los ojos,o imaginarte visitando a un pez bajo el agua, o fantasear qué diría un león que trabaja en un circo, un astronauta a punto de salir disparado, un niño que ha perdido a sus padres, un toro de calle...o expresar lo que tú piensas o sientes sobre cualquier tema: la escuela, la guerra,la naturaleza, un deporte...

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